sust. masc.
1) Lugar o posición que sirve para hacer observaciones.
2) Edificio, con inclusión del personal e instrumentos apropiados y dedicados a observaciones, por lo común astronómicas o meteorológicas.
3) Militar. Puesto destinado a la observación visual, directa o con auxilio de aparatos (por ejemplo: prismáticos, periscopios, etcétera).
4) Historia. Desde los tiempos más antiguos, el hombre se ha sentido atraído por la observación de los astros y el estudio de los fenómenos celestes. Los primeros observadores buscaban los sitios despejados en los vértices de las colinas a fin de ver una gran extensión del cielo. Después se recurrió a los monumentos elevados o se construían algunos especialmente destinados a dicha observación. Uno de los más antiguos de los que se tiene noticias es el construido por Hoang-Ti, en China, en 2.697 antes de Jesucristo Se sabe que hacia el año 2000 a, de J. C., los babilonios observaban, desde la torre del templo de Belo en Babilonia, que medía un estadio (225 m) de elevación, las salidas y puestas de los astros. Hacia 1800 a. de J.C., los egipcios utilizaron el sepulcro del rey Osimandias con igual finalidad. En siglo V a. de J.C., se construyó en Atenas la Torre de los vientos, que era propiamente un observatorio. El observatorio de Alejandría fundado por Eratóstenes en el siglo III a, de Jesucristo, fue el que dio nacimiento a la Astronomía moderna, ya que desde él descubrió Hiparco la precesión de los equinoccios e investigó con gran éxito los movimientos del Sol, la Luna y los planetas. No fueron menos amantes de los fenómenos celestes los árabes e indios, los cuales construyeron asimismo en época remota edificios destinados a las observaciones astronómicas tales como el de Bagdad, el de Damasco y el de Mokattam, cerca de El Cairo. Los moros de España, en 1.196, construyeron la famosa torre de la Giralda, de Sevilla, para dedicarla a alminar observatorio. Los mongoles fundaron hacia 1.260 el observatorio de Maragha al noroeste de Persia. Entre los observatorios fundados en Europa es famoso el que se erigió en Nuremberg en 1472, el Nacional de París (1667), y el Real de Greenwich (1675), en las inmediaciones de Londres. El de San Fernando (Cádiz. España), construido en tiempos de Carlos III, es considerado como uno de los mejores de Europa. En el día de hoy existe una vasta red de observatorios astronómicos diseminados por las cinco partes del mundo, provistos en su mayor parte de los más perfeccionados y modernos instrumentos Son especialmente notables por sus características, el de Monte Palomar (EE. UU.), el de Cerro Tololo (Chile) y el Misti (Perú), este último considerado como el más alto de la Tierra, por hallarse a 5.852 m. de altura. Analizando la posición de los astros determinada por las tradiciones caldeas para el diseño del Zodíaco, se ha concluido que las: observaciones astronómicas para tal posición de los astros fueron realizadas a lo menos 25.000 años antes de Cristo.